¿Qué es la asertividad y por qué es importante?

La asertividad es la capacidad y habilidad de saber comunicar lo que sentimos, desde el respeto, con las palabras adecuadas y sin perder las formas ni achantarse por opiniones contrarias. 

Aprender a desarrollar esta habilidad puede marcar la diferencia en nuestras relaciones personales y profesionales. Y es que, como mencioné anteriormente, no se trata sólo de expresar lo que sientes, sino de hacerlo respetando a los demás. El camino de la asertividad es complicado al principio, pero una vez integradas estas herramientas en nuestros esquemas, nuestra calidad de vida mejora bastante.

 

Las consecuencias de la falta de asertividad

Tener una baja asertividad con los demás traerá consigo consecuencias poco deseables como malentendidos, conflictos o incluso sentimientos de frustración y resentimiento en las relaciones. 

Aunque no queramos decir lo que pensamos a los demás para evitarnos problemas, nos estaremos causando problemas a nosotros mismos, ya que por esquivar esa situación que no nos apetece, estaremos comiéndonos algo que no nos gusta. Entiendo que hay personas les cuesta expresar sus emociones, pero esto es por crecimiento personal, esto es básico. Puedes vivir sin aprender a expresar lo que sientes desde el respeto, solo que puede que esa vida no sea la que siempre hayamos soñado, por toda la frustración y rabia que genera.

Identificando los obstáculos para ser asertivo

Las razones más comunes que nos impiden ser asertivos resultan de varios factores, uno de ellos puede ser la falta de confianza en uno mismo, ya que, si no estamos cómodos con nosotros mismos, puede que nos cueste decir lo que tenemos que decir, porque no estamos seguros de nosotros mismos o de cómo podremos hacerle frente. Por otra parte, también podemos encontrar el miedo al rechazo, ya que a veces con tal de no discutir o pasar un momento incómodo, decidimos mirar a otro lado y callarnos, algo poco recomendable mentalmente. 

Por eso, analiza qué obstáculos te están impidiendo ser asertivos, es decir, que te impide ser tú mismo y exigir tus derechos.

 

Cómo desarrollar la asertividad paso a paso

  • Identifica pensamientos automáticos negativos: Muchas veces decimos en nuestra cabeza frases del tipo: ‘’Es que no quiero empezar una discusión…’’, ‘’Total, ¿para qué voy a sacar el tema?’’, ‘’Bueno, hagamos como que no pasó nada’’. Y con esas frases hacemos un flaco favor a nosotros mismos y a nuestra autoestima
  • Practicar decir ‘’no’’ de forma respetuosa: Estamos ante el talón de Aquiles más común en muchas personas, el no saber decir ‘no’. Así que, si te cuesta, pide ayuda a tu psicólogo y en consulta abordaremos este problema. Porque hasta que no sepas decir ‘no’, no serás libre. 
  • Usar mensajes en primera persona: Sobre todo, para quitarnos la manía de poner de excusa ‘’ a la gente’’, o suavizar esa crítica que queremos hacer. Utiliza frases como: ‘’Yo siento…’’, ‘’Yo pienso…’’, esto hace que el mensaje vaya en serio y que vaya personalizado de ti, para esa persona.
  • Practicar la escucha activa: Muchas veces, estamos más pendientes de que decir o cómo contestar, antes que dejar acabar la frase a esa persona. Deja hablar a los demás, no tengas prisa por interrumpir o cortar, cuando sea tu turno hablarás. No desesperes.

Asertividad en situaciones difíciles

Estamos ante el nivel final del juego, el Big Boss, algunos me entenderéis. 

Y es que la asertividad nos ayudará a hacerle frente a situaciones desafiantes, como resolver conflictos, expresar desacuerdos o establecer límites. 

De aquí, la gran importancia de que en estas situaciones mostremos una actitud lo más calmada posible, con un tono calmado y firme y siempre buscando llegar a un entendimiento. 

Ya que cuando hay un desacuerdo en el trabajo o en la calle o hay una situación en la que tenemos que poner un límite, lo mejor será razonar en la medida de lo posible y llegar a un entendimiento, una negociación. Habrá veces que será fructífera y habrá veces que no llegaréis a un acuerdo, es normal. Pero, ante todo, seamos asertivos. Digamos lo que pensamos desde el respeto y con buenas maneras.

El impacto de la asertividad en las relaciones interpersonales

Cuando eres asertivo con las personas que te rodean, tus relaciones interpersonales con ellas mejoran en muchos sentidos. Mejora la confianza, ya que estáis hablando de manera clara, expresando lo que sentís y buscando llegar a un acuerdo, de manera amistosa. Además, estáis mejorando la comunicación, ya que la relación se vuelve más profunda, debido a que estáis siendo sinceros y genuinos, con nosotros mismos y con ellos. 

Además, también estamos mostrando respeto hacia esa persona, ya que no queremos hacerle perder el tiempo. Y como no, también las personas nos respetan, porque saben que decimos lo que pensamos y que no nos achantamos por querer quedar bien. Como te habrás dado cuenta, ser asertivo construirá relaciones más saludables y equilibradas.

Ejercicios para practicar la asertividad diariamente

En consulta os daremos las herramientas adaptadas a vosotros, a vuestro ciclo vital, a vuestras expectativas y a lo que busquéis. Entiendo que a veces entráis a internet buscando en alguna página web una solución rápida, fácil y barata a vuestro problema, pero en el tema de la asertividad, así no van las cosas. 

Necesitaré de tu implicación y tu compromiso en la terapia para que podamos ver objetivos. Pero te puedo regalar un mini consejo, para que cuando vayas a consulta, ya tengas trabajo adelantado. Escribe esas situaciones en las que te cuesta ser asertivo y escribe al lado de cada situación porque crees que te bloqueas y como actuarías de manera diferente. 

Este breve análisis, te ayudará a que cuando estés con tu psicólogo, podáis centrar el tiro en lo realmente importante y que no divaguemos con cosas que no son tan relevantes.

Cuándo buscar apoyo profesional

Aunque creas que el psicólogo vale para otras cosas, para este tipo de situaciones es lo más recomendable. En terapia os enseñaremos a decir ‘’no’’, a hacer y recibir críticas, a comunicar con eficacia y a que no perdáis el tiempo ni deis rodeos en conversaciones importantes. Y es que cuando falta asertividad, notaremos que siempre nos falta algo, que no acabamos de rematar la jugada del gol y que, aunque vayamos avanzando, o eso creamos, no será suficiente porque nos falta la valentía para enfrentarnos a esas situaciones difíciles que a nadie le gusta enfrentarse.

La asertividad como un camino hacia el autocuidado

No hay mayor autocuidado que quererse y respetarse a uno mismo, y lamento decirte que cuando no eres asertivo ni te estás queriendo, ni te estás cuidando. 

A lo largo de toda tu vida vas a relacionarte con los demás, habrá situaciones en las que no tendrás emplazamientos difíciles, pero en muchas ocasiones de tu vida, vas a tener que sacar tus uñas y dientes para defender tus intereses.  

No quiero que pienses en la pereza y el miedo que te da enfrentarte a estas situaciones, quiero que pienses a largo plazo, cuando una vez acabada la terapia y hayas aprendido a hacerle frente a estos miedos que tanto te aterran, en forma de discusiones o reclamación de tus derechos, lo bien que te sentirás, lo realizado y fuerte que te verás. Y como no, como aumentará tu confianza y autoestima.