¿Qué es la validación y por qué la buscamos?
Con la era digital actual en la que podemos conectarnos con el resto del mundo, estemos donde estemos y con solo un clic, encontramos ventajas como por ejemplo que podamos conocer mundo que antes era impensable conocer, pero también tiene su cara negativa como es la de volvernos adictos a la atención y validación de los demás.
Tenemos que comprender que el ser humano es un ser social y que por instinto de supervivencia nos sale colaborar y relacionarnos con los demás, pero el problema viene cuando para estar bien con nosotros mismos, tenemos que buscar que los demás nos acepten.
El papel de las redes sociales en la búsqueda de validación
A día de hoy con el auge y lo normalizado que tenemos en nuestra vida usar redes sociales como pueden ser Instagram, Facebook y TikTok se ha intensificado la búsqueda de validación a través de los likes, comentarios y seguidores. Y es lo que en su día pudimos ver como una oportunidad para conectar, ahora es una cadena atada a nuestra muñeca que nos cuesta quitarnos.
Desde estas empresas y el trabajo de sus algoritmos, buscan que pasemos tiempo pegados a la pantalla, ya que estos algoritmos están diseñados para potenciar que no nos vayamos de la aplicación, haciendo que nos mantengamos atrapados en un ciclo de recompensas rápidas.
¿Estamos confundiendo autoestima con validación externa?
La respuesta rápida es Sí.
Y es que, a día de hoy es tanto el espacio en nuestra vida que ocupan las redes sociales que pueden llegar a haber personas que pongan su autoestima en manos de un par de likes o que como se vean a ellos mismos, dependa en gran medida por la aprobación que los demás les den. Fíjate, según le guste o no a tu círculo de la red social algo tuyo, seriamos marionetas en manos de lo que los demás decidan, algo realmente preocupante.
Si nos basamos en factores externos, crearemos una autoestima frágil e incluso esa dependencia de la aprobación ajena puede dañar nuestra percepción de valor propio. Por eso es tan importante que no confundamos una autoestima auténtica con la validación externa.
El impacto de la validación en nuestra salud mental
La constante búsqueda de validación en redes sociales puede generar ansiedad, estrés y síntomas depresivos, por eso el impacto de la validación en nuestra salud mental puede llegar a afectar tanto si tenemos un buen control emocional y una gran seguridad.
Existe una gran correlación entre el uso intensivo de redes sociales y el deterioro de la salud mental y aunque esto parezca muy chocante, tenemos que comprender que cuando una persona es consumidora compulsiva de las redes sociales, esta persona tiende a aislarse socialmente, puede volverse más irritable y el hecho de no poder tener acceso al móvil le puede hacer sentir ansioso y desesperado.
De ahí la gran importancia de usar las redes sociales y el teléfono móvil con cabeza, para que esto no nos derive en una adicción que nos afecte a todos los ámbitos de nuestra vida.
Cómo las redes sociales manipulan nuestro ego
Las redes sociales nos ‘’ayudan’’ a crear una ‘’imagen perfecta’’, ya que como te habrás dado cuenta si eres consumidor de redes sociales, subimos lo que nos gusta, lo que nos interesa, decidimos que subir y que no subir, es decir, todo lo que ves en una red social está premeditado, no es algo espontáneo.
De ahí, lo que he comentado antes, que a las redes sociales les interesa tenernos en su círculo, consumiendo contenido y pasando muchas horas al día, intentando crear una imagen de algo que seguramente no seamos.
Y aunque veas este mensaje poco alentador, no te imaginas la de personas que se pasan la vida pensando que subir y que no subir, subiendo lo ‘’deseable socialmente’’ y ocultando aficiones o fotos que no dan likes. Esto que te digo, son confesiones de pacientes míos en mi consulta.
¿Cómo identificar si eres adicto a la validación?
Como siempre digo, para esto lo mejor será ir a consulta y que un profesional evalúe tu caso, esto que te voy a comentar ahora son una serie de señales, pero para nada sustituye a un tratamiento o diagnóstico.
-Que le des demasiadas vueltas al día a que subir o que no subir a las redes sociales, llevando consigo una pérdida de tiempo.
-Que te cambie el estado de ánimo cuando una publicación no cumple tus expectativas en cuanto a la repercusión que pueda tener con tus contactos
-Dar excesiva importancia a detalles minúsculos de la publicación: que aparezca gente detrás, que el cielo no salga como tú quieras, que te moleste el pelo o sinceramente que la foto o video no salga como tú te esperabas en tu cabeza.
Todos estas cosas, me las han dicho mis pacientes cuando han venido por su adicciones a las redes sociales.
Estrategias para romper con la adicción a la validación
En consulta hablo con mis pacientes que tienen este problema acerca de la importancia de poner límites con la plataforma de redes sociales que frecuenten. Si queremos romper el ciclo de la adicción a la validación tendremos que trabajar nuestra autoestima, aceptar que tenemos un problema y querer tener la actitud correcta para hacerle frente.
La gran desventaja a la que se enfrentan las personas con problemas de adicción a las redes sociales, es que parece que este comportamiento compulsivo lo tengan muy adentro y que cambiar este patrón se les haga muy muy difícil. Pero con ayuda de un psicólogo experto en este tema y mentalizándonos de que el cambio será duro, pero valdrá la pena, podremos hacerle frente a esta dura situación que ahora se nos complica.
El papel de la autenticidad en la era digital
Yo uso redes sociales y millones de personas también, el uso de redes sociales no es malo, lo malo es el uso indebido que se puede hacer de ellas.
Por eso, tenemos que tratar de ser auténticos y mostrarnos de una manera que nosotros estemos cómodos. Si te gusta publicar cosas de coches, de maquillaje, de un deporte, de tu afición, hazlo, no busques publicar las mismas fotos que todos para encajar. En consulta tengo a personas que cara a la galería se comportan de una manera, para que les aprueben, pero que en realidad a ellos no les gusta.
Este ejemplo no solo lo vemos en la era digital, en la vida más allá de las pantallas también se ve. ¿Cuánta gente bebe alcohol por ‘’encajar’’ en la realidad? ¿Cuántas personas van de viaje a los mismos sitios que van todos? ¿Cuántas personas salen de fiesta y no les gusta la fiesta? Incluso, ¿A cuántas personas no les gusta bailar, pero se apuntan a clases de baile, ya que sus amigos lo hacen? Entre otros muchos ejemplos.
La relación entre la validación y la comparación social
Compararnos constantemente con los demás, aparte de ser una gran pérdida de nuestra valioso tiempo, nos puede afectar a nuestra autoestima, ya que estos comportamientos pueden hacer en nosotros que se agrave la necesidad de validación que hemos hablado.
Y es que las redes sociales, potenciando esa imagen de vida perfecta e impoluta, en la que todo es bueno, todo son sonrisas y una mesa llena de gente que nos quiere, tratamos de transmitir a veces una imagen que no es la más cierta. Pero también esto ocurre en el lado opuesto, una persona que no cuente con un gran círculo cercano de confianza o una persona que esté pasando por un momento delicado, puede llegar a sentirse vulnerable si se compara con toda la aparente perfección que se muestra mediante las pantallas del teléfono móvil.
¿Es posible desconectar y seguir usando redes sociales?
Sí, podemos desconectar y hacer un uso controlado de las redes sociales. Pero esto llevará consigo un duro trabajo para ‘’destetarnos’’ de las redes sociales y el teléfono móvil. Y, sobre todo, en consulta trabajaremos los límites y el autocontrol, acompañado de una gran conciencia de lo que hacemos. Porque muchas veces, nos metemos en redes sociales en modo automático, sin pensarlo, ya por inercia y esto es algo que debemos controlar si queremos vivir con la paz mental que puede que a veces añoremos.
Sé que parece misión imposible desligarse del teléfono móvil y las redes sociales, es complicado, no te lo negaré, pero imposible no. Pero aquí será fundamental tu motivación, que tengas buena adherencia al tratamiento y que busques mejorar y enfrentarte a las situaciones que te ponga tu psicólogo delante. Hay salida, aunque ahora no lo veas, pero la hay.