Cuando alguien es perfeccionista suele sacar adelante los proyectos que se propone. ¿Cuál es la cara mala? Frustración, insatisfacción, demandas demasiado altas que nunca se pueden cumplir, minusvalorar el trabajo y los objetivos conseguidos, verse como alguien inferior aún demostrado ser valido, es decir, tener una calidad de vida no tan buena.
Sé que en las películas nos venden que hay que ir a por el 100% todos los días de tu vida, pero esto no es real. Lo siento por el spoiler, pero en la vida real de las personas no pueden darlo todo todos los días. La vida es una carrera de fondo y es necesario saber dosificarse para llegar a la meta.
¿Cuándo el perfeccionismo se convierte en algo negativo?
La línea que separa el perfeccionismo de la frustración es demasiado delgada. Aunque asumamos que el perfeccionismo es algo ‘’bueno’’ e incluso socialmente ‘’aceptado’’ cuando nos vendemos con la etiqueta de perfeccionista para dar a entender que tenemos compromiso, de ahí viene la problemática. El perfeccionismo rara vez se conforma con un buen resultado, siempre busca más y a veces no hay más, solo que no sabe parar. Y esto es un problema. Igualmente, de catastrófico es quedarse corto como pasarse. Las personas perfeccionistas tienden a cargarse de volumen de trabajo siempre y por eso, solemos verlas agobiadas.
En consulta, veo personas que su perfeccionismo les hace estar descontentos con una buena labor, solo porque no ha salido perfecta. El perfeccionista no suele ‘’celebrar’’ los pequeños avances porque tiende a agobiarse al ver la meta aún lejos. Y cuando llega a la meta ya está pensando en la siguiente, sin parar a analizarse y ver todo lo que ha conseguido.
Miedos asociados al perfeccionismo obsesivo
A continuación, os voy a dejar algunos miedos asociados a este problema de perfeccionamiento obsesivo:
Pensamientos incorrectos: ‘’Debo hacerlo perfecto’’, ‘’Sino lo bordo estaré defraudando a X’’, ‘’Los demás esperan de mi lo máximo’’, ‘’No puedo equivocarme’’, ‘’Sería un fracaso no acabar esto en el tiempo que me lo he planteado’’. Estos pensamientos y muchos más invaden la mente del perfeccionista todos los días y a todas horas. Es una obsesión por hacerlo todo tan bien que a veces llegan a no disfrutar de lo que hacen por la gran carga que ellos mismos se ponen.
Miedo al fracaso: Es importante saber que eres más que tus notas académicas o tus proyectos laborales. El fracaso, el error, el fallo te va a acompañar de la cuna hasta la tumba, forma parte de la vida y buscar evitarlo nos paralizará en gran manera.
Miedo a la desaprobación: Se tiende a pensar que el perfeccionismo es la única alternativa aceptable y todo lo que no sea estar al 100% es un fracaso. Además, se suele pensar que si no lo hacemos perfecto nos desaprobarán y defraudaremos a los demás, ya sean nuestros compañeros de clase, jefes, pareja, familia o nosotros mismos en última instancia.
¿Cómo afecta el perfeccionismo obsesivo a nuestra vida diaria?
Como he dicho antes, el perfeccionismo hace que no valoremos los avances por ejemplo laborales, ya que hagamos lo que hagamos siempre nos parecerá insuficiente y esto puede acarrear consecuencias como no presentar proyectos si no los vemos perfectos o incluso rechazar grandes oportunidades ya que desde nuestro prisma nunca estaremos preparados.
El perfeccionismo nos ciega, es decir, únicamente vemos el resultado final cueste lo que cueste, costando la mayoría de las veces nuestra propia salud.
Además, en el ámbito personal, el perfeccionismo puede llegar a tensar demasiado algunas relaciones con los demás ya que desde nuestro prisma es posible que cometamos el error que exigirles los mismos baremos que nos exigimos a nosotros, causando que la relación se debilite o incluso se rompa.
Evitar y tratar el perfeccionismo obsesivo gracias a Psicología
Comentar algunos “consejos” además de hacer mención al acudir a la consulta de psicología para tratar esta patología con los primeros síntomas. (150 palabras)
Sé que después de todo lo que has leído es posible que te hayas sentido identificado al ver tantas cosas que puede que tú también hagas. Sé que posiblemente pienses que esto te acompaña desde pequeño y que puede que esto sea así hasta el fin de tus días, pero la realidad es que esto no tiene porque ser así. Lo complicado del perfeccionismo obsesivo es flexibilizar estos pensamientos que tenemos tan enquistados en nuestra manera de hacer las cosas, pero mediante la terapia psicológica podemos llegar a cambiar estos patrones tan rígidos.
La cara buena, la cara positiva es que este perfeccionismo obsesivo es totalmente aprendido, por lo que puede ser modificado, siempre y cuando la persona quiera cambiarlo y se comprometa a hacerlo, por lo que debemos descartar la idea de que esta manera de pensar tan rígida nos acompañará de por vida ya que gracias a la psicología podemos crear un esquema de vida nuevo. Sin agobios, sin alta exigencia, sin reventarnos, sin boicotearnos. Una salida es posible.