Las redes sociales y tu salud mental: ¿Estamos perdiendo el control?

Estar pendientes constantemente de las redes sociales puede afectar a nuestro bienestar emocional y a nuestra salud mental, ya que estaremos perdiendo mucho tiempo viendo cosas que, sinceramente, no es nada más que ocio y uso recreativo básico. 

Sé que en las redes sociales hay cosas que nos pueden ayudar a crecer como personas como seguir a ciertas personas que nos motiven a ser mejores o aprender mediante las redes sociales algo acerca de un tema que nos aporte e interese. 

Pero la realidad es que en las redes sociales hay mucho relleno, perdemos mucho tiempo viendo videos cortos que poco o nada nos aportan, vemos fotos de viajes que queremos hacer, pero es solo eso, ver fotos, pasar el tiempo, entretenerse. Y esto no es malo, lo malo empieza cuando dedicamos a esto 2-3-4 o más horas de nuestro día y nuestro valioso tiempo.

 

La trampa de la comparación: ¿Cómo nos afectan las vidas “perfectas” que vemos en línea?

Esa comparación con perfiles idealizados puede generarnos inseguridades y disminuir nuestra baja autoestima. Y esto se produce debido a que siempre nos veremos por debajo, ya que pensaremos que algo nos falta y que los demás tienen una vida mejor y más emocionante que la nuestra. 

A veces, la línea que separa el raciocinio con el contenido emocional es delicada, por eso, tenemos que ir con mucho ojo con lo que consumimos en Instagram. Esos cuerpos ‘’perfectos’’, esas vidas de viajes y lujos, esas personas que aparentan felicidad, sometamos todo esto a juicio, no todo lo que reluce es oro.

Adicción digital: ¿Estamos perdiendo el control de nuestro tiempo?

En cuanto a la pregunta, la respuesta es sí, estamos perdiendo el control y nuestro tiempo. Y es que el uso compulsivo de las redes sociales puede llevarnos a una adicción digital y a una pérdida de tiempo de control sobre nuestras vidas en otras facetas de la misma, ya sea familiar, social, laboral y/o académica. 

Lo que sucede en una adicción es que la persona no puede controlar el manejo de la sustancia u objeto, como ocurriría en este caso. Además, de que la persona pierde mucho tiempo de vida dedicándolo a esto y que, no es solo el tiempo perdido como tal, sino que dedicar tiempo a la adicción hace que le quites tiempo a cosas importantes, como tu familia, tu vida personal, el entorno académico o el trabajo, llevando esto consigo unas consecuencias poco deseables.

El ciclo de la validación: ¿Dependemos demasiado de los «me gusta» y comentarios?

Por desgracia, en la sociedad de la inmediatez, de los audios a 2x y de los resúmenes cuanto más cortos, mejor, sí, dependemos demasiado de los Likes y comentarios. 

He llegado a tener pacientes que han subido una foto a redes sociales y si esa foto no cuenta con los likes que ellos esperaban, han borrado la foto. 

Incluso, date cuenta, que últimamente hay personas que se pasan todo el día en redes sociales, pero no publican nada en el muro, en el feed, pueden tener un perfil totalmente vacio de publicaciones, muchas veces por el miedo a que no tengan los likes o el éxito que ellos pensaban con esta publicación, esto que te comento me lo han comentado bastantes pacientes de todas las edades cuando hablamos en consulta del uso de las redes sociales.

La ansiedad por estar siempre conectados: El miedo a perdernos algo (FOMO)

El fenómeno del FOMO (miedo a perdernos algo) es esa gran cadena que nos tiene presos de la muñeca con el teléfono móvil. Y es que esa presión de estar siempre conectados puede aumentar la ansiedad, además de afectarnos en otras esfera de nuestra vida, mostrándonos alterados y reactivos emocionalmente sino tenemos nuestra dosis de redes sociales en este caso que estamos hablando hoy.

Te propongo que, a partir de ahora, antes de desbloquear el móvil, pienses que vas a hacer cuando lo desbloquees y si de verdad tienes algún asunto importante que resolver con el teléfono. Te darás cuenta, que en realidad no es tan necesario mirar el móvil ese momento que ibas a hacer en automático.

Redes sociales y aislamiento: ¿Conectados, pero más solos que nunca?

Sí, estamos conectados con todo el mundo, pero desde la soledad de nuestros pulgares y una pantalla que nos cabe en la palma de la mano. 

Cada vez se hace menos vida social en la calle y muchos planes se han estandarizado en remoto, como jugar a la PlayStation o decidir chatear con alguien en lugar de quedar en persona.

Las redes sociales nos pueden servir para informarnos de lo que pasa en el mundo, seguir a periódicos de renombre y conectar de manera genuina con nuestros conocidos, pero también lo podemos enfocar desde la perspectiva de encerrarnos sobre nosotros mismos.

¿Cómo afecta el ciberacoso a nuestra salud mental?

Si algo ofrece el mundo del acoso en las redes sociales es cierto anonimato desde la seguridad que les ofrece su teclado desde casa. A día de hoy contamos con protocolos para combatir el ciberacoso y como bien sabemos, desde un ordenador nos pueden rastrear la IP y los delitos cibernéticos están perseguidos. Pero esto no quita que la persona que sufra ese acoso lo pase mal.

La sensación de acoso es una total incertidumbre de no saber cuando será el próximo ataque, llegar a casa o estar fuera de ella y acordarte de los malos momentos que sufres por ese acoso. Y si esto, aparte de que nos suceda en la escuela, la calle o el trabajo, nos ocurre al descolgar o desbloquear el teléfono, pues el nivel de ansiedad puede ser mayor.

El papel de los algoritmos en nuestra percepción de la realidad

El algoritmo te mostrará lo que tu más busques, lo que más me interese o contenido similar al que estés consumiendo en ese ciclo vital. 

Lo que salga en tu lupita de Instagram o el feed que te enseñe las novedades de tus seguidores será la realidad que te muestre esa red social, pero no será la imagen real de un mundo que cada día cambia, sino que te enseñará lo que tu quieras que te enseñen. 

Por esa razón, será fundamental para tener un buen juicio critico que sepamos salirnos de ese microclima que nosotros mismos creamos, donde solo vemos lo que queremos ver o lo que nos interesa, ya que fuera de esa lupita de Instagram, hay vida y puede que nos muestre una realidad más variada, interesante e incluso emocionante.

Estrategias para un uso saludable de las redes sociales

-Ponte un horario de consumo: Aprendamos a que, si tenemos un horario de sueño, de estudio y de trabajo, también tenemos que acotar el horario de uso del teléfono móvil y uso de aplicaciones. Aportemos el tiempo necesario y justo para cada tarea según su importancia.

-Revisa lo que ves: Ten juicio crítico, mira y analiza que estás siguiendo en redes sociales. ¿Solo ves información ‘’que habla bien’’ de tu equipo de fútbol, tu partido político o tu sistema de creencias? ¿Consumes contenido que te altera, te crispa y te hace perder el foco? ¿De verdad estás conectando con tus conocidos mediante las redes sociales o las estás usando para perder el tiempo viendo videos cortos? 

-Haz análisis de lo te aportan las redes: El otro día, un cliente peluquero me comentó que usa Instagram por su trabajo, para ver nuevas tendencias y aprender de lo que hacen los mejores. También, hace tiempo tuve un cliente, que solo usaba Instagram para ver a modelos de OnlyFans. Como ves, eres libre de elegir que consumes y a que dedicas tu tiempo en redes sociales.

Recuperar el control de nuestra relación con las redes sociales

Sé que parece casi imposible poder desligarse de una cadena que tenemos con el teléfono móvil y el uso excesivo de las redes sociales, pero la clave pasará por tomar conciencia sobre el asunto y establecer unos límites saludables a la hora de manejar las redes sociales. 

Si tienes este problema o cuentas con algún ser querido que lo padezca, que sepas que desde la psicología podemos brindarle la ayuda que necesita, pero no te engañare, el camino puede ser un poco complicado, ya que la influencia que a día de hoy tiene el teléfono móvil y las redes sociales es impresionante y pocas cosas se escapan a sus tentáculos, pero con trabajo, disciplina y ganas de cambiar, podremos luchar por mejorar esa situación que deseas sanar.