Apatía es un término que viene del griego ‘’apatheia’’ y básicamente se compone del prefijo a- que significa sin y la palabra ‘’pathos’’ que traducido al castellano podría significar dolor. Es decir, una traducción simple de apatía sería sin capacidad de sentir dolor o emoción.
Cuando nos sentimos apáticos notamos que no tenemos la emoción que había antes, hay un cambio y no es agradable. Antes había ilusión, se nos podía complicar cualquier cosa pero seguíamos pero cuando estamos apáticos todo parece carecer de sentido, la buena noticia es que en consulta podemos aprender a deshacernos de esta apatía que no nos deja disfrutar de la vida.
¿Por qué sentimos apatía?
Para entender la historia de una persona será necesario saber qué camino ha tenido para llegar hasta donde está ahora. A qué situaciones ha tenido que enfrentarse, qué miedos tiene adquiridos y cómo les ha hecho frente. Los seres humanos somos seres sociales, vivimos en una sociedad conformada por otras personas y aunque es bueno ser independiente es normal que haya ciertas situaciones que nos superen.
La apatía es una emoción, una reacción natural del cuerpo, ya que cuando llevamos tiempo luchando contra algo y no vemos resultado una opción, aunque desaconsejable la mayoría de veces, es dejarlo todo como está y resignarnos viviendo como buenamente podamos en una situación que se nos atraviesa. Tenemos que comprender que la apatía surge como una reacción natural del cuerpo ante situaciones que se nos hace cuesta arriba y no sabemos qué más hacer.
Causas ambientales de la apatía
La apatía puede ser causada por episodios intensos de estrés o por un período constante de estrés mantenido por mucho tiempo. Otra posible causa de apatía puede ser la frustración por no alcanzar las metas que nos habíamos propuesto, algo totalmente entendible. Y por último, también podríamos mencionar que cuando una persona está inmersa en un proceso depresivo suelen aparecer estos pensamientos de apatía, ya que nos vemos desganados para hacer frente a cualquier situación. De todos modos, lo más recomendable es que un psicólogo colegiado y con experiencia averigüe contigo en terapia cuál es la causa para tu apatía, porque cada caso es totalmente distinto y esto es nada más un análisis general.
¿Qué hacer si se siente apatía?
Posiblemente, este sea el apartado más complicado ya que hacer algo cuando estamos bloqueados aparte de dejarnos más agotados de lo que estamos acaba por frustrarnos más de lo que estábamos antes.
Muchos pacientes míos que han sufrido apatía me han comentado que les ha ayudado muchísimo traer por escrito todo lo que sentían antes de venir a consulta, porqué así venían con las cosas más claras. Me han dicho que les ha costado mucho hacerlo porque no tenían muchas ganas y era un poco doloroso, pero les ayudó mucho a la hora de planificar conmigo aquí en consulta las estrategias y objetivos de la terapia.
En consulta vamos a abordar tus pensamientos y emociones, qué es lo que te preocupa, cuál es la forma en la que te hablas. Además, analizaremos y te asesoraremos en cuanto a esas preocupaciones que han causado tu actual estado apático. Desde la psicología te ofreceremos alternativas realistas al bucle eterno de la apatía.
Trabajar la apatía desde la Psicología
Como mencioné anteriormente, vivir sin apatía es profundamente delicado y molesto por eso si vemos que este sentimiento de apatía lleva mucho tiempo acompañándonos lo mejor será pedir consulta con nuestro psicólogo de confianza para que mediante herramientas efectivas nos pueda ayudar a salir de este pozo.
Sinceramente, no existe ningún ‘’consejo express’’ que sea efectivo, con tres o cuatro palabras no vamos a cambiar nada, en muchas ocasiones la apatía tiene un trasfondo emocional que hay que saber trabajar por eso la ayuda profesional aquí es tan importante. Ya que la apatía tiende a quitarnos las ganas de hacer cosas y sin alguien que nos enseñe a motivarnos será difícil llegar a ver la luz al final del túnel. Por eso, si nos vemos estancados en este tema lo más rápido y efectivo será acudir a un profesional de la psicología. En terapia conseguiremos la fuerza que necesitamos.
Cambiar el estilo de vida para apartar la apatía del día a día
Si llevamos tiempo estancados se nos hará un mundo cualquier mínimo cambio que suponga un esfuerzo considerable, es algo normal. Pero es necesario mentalizarse de que si queremos salir del bucle apático tendremos que poner de nuestra parte, por eso será importante cambiar pequeños hábitos de nuestra vida cotidiana para deshacernos de esta apatía.
Por ejemplo, dejar de posponer todo lo que tenemos pendiente. Algún día hay que empezar y si no empezamos pronto puede que nos pille el toro, así que cuando notemos que nos ponemos excusas sería el momento ideal para detectarlas y mirar cómo evitarlas. Los humanos nos habituamos a lo que nos rodea, hasta a hábitos malos para nosotros mismos por eso cuando notemos que la apatía nos absorbe sería el momento ideal para pedir ayuda. No es fácil, pero valdrá la pena. Nadie nace sabiendo y los cambios cuestan pero la experiencia en consulta trabajando este tema me ha demostrado que hay salida y que cuanto antes empecemos mejor.