Los primeros coletazos de esta adicción vinieron con los SMS, no era tan fuerte el nivel adictivo ya que teníamos que condensar en poco espacio lo que teníamos que decir y además era de pago cada mensaje enviado. 

Pero a día de hoy, que nuestro teléfono móvil es como un ordenador portátil se hace difícil desconectar de este aparato cuando tenemos en nuestro bolsillo y a un par de clics cualquier información que queramos. Esto no es malo, lo malo viene cuando es el móvil el que nos controla a nosotros y no podemos vivir sin él. Y es aquí donde empieza la adicción. 

 

¿Qué es la adicción al móvil?

Toda adicción implica pérdida de control hacia una sustancia u objeto, en este caso sería el teléfono móvil. Somos adictos cuando no podemos ‘’vivir’’ sin el teléfono móvil, tenemos la falsa sensación de que lo necesitamos para todo y si, por un casual, un día se estropea o no podemos usarlos se nos cae el mundo encima. Entiendo que esto nos puede pasar a todos, pero las personas realmente adictas son incapaces de desconectar sin el teléfono móvil, tienen una dependencia grande hacia este aparato electrónico y les cuesta hacer vida sin él. 

Por eso, es importante que cuando veamos que esto del teléfono móvil nos ocupa gran espacio en nuestra vida y nos cause gran interferencia busquemos ayuda profesional, porque, aunque a día de hoy el uso del móvil esté normalizado, no es lo más óptimo estar pegado a este aparato todo el día. 

¿Cómo detectar la adicción al móvil?

Notaremos que tenemos esta adicción cuando el teléfono móvil ocupa gran cantidad de tiempo en nuestra vida. Desde que sea lo primero que usemos al despertarnos, como que sea lo último que hagamos antes de dormir, todos los días, pase lo que pase. 

Es normal que a día de hoy le damos uso al teléfono móvil pero la adicción comienza cuando hay un gran malestar en nosotros cuando no tenemos el móvil en nuestro poder o no podemos usarlo. Además, una peculiaridad es que cuando tenemos esta adicción en ocasiones no somos conscientes de todo el tiempo que perdemos usándolo sin finalidad ninguna. 

Sobre todo, un gran aspecto que siempre recalco es que el uso excesivo del móvil nos causa una gran interferencia social, es decir, hay gente de nuestro alrededor que se queja de nuestro uso excesivo, ya sea en el trabajo, en el ámbito académico, en la familia, con amigos o pareja, etcétera. Esto es una señal de alarma, ya que si son varios ámbitos los que nos alertan de un problema quizá sería conveniente revisarnos qué nos puede estar pasando. 

 

Adicción al móvil a causa de las redes sociales

El fin de las redes sociales es mantenerte en contacto con las personas que conoces o puedes llegar a conocer por compartir aficiones, por ejemplo. Pero es aconsejable que las redes sociales sean un medio y no un fin. 

En gran medida esta adicción viene acompañada del uso excesivo de las redes sociales o servicios de mensajería instantánea. Haciendo que ocupemos gran parte de nuestro día pegados a la pantalla, muchas de estas veces viendo nada en particular, pero echando allí las horas muertas. 

Las redes sociales son una foto de un espejo distorsionado de la realidad, donde hay personas que tratan de mostrar una imagen que no es la real y es que siempre lo digo, la foto que ves en redes sociales ha sido subida a conciencia por la persona y muestra un segundo de las 23 horas y 59 minutos y 59 segundos restantes. Por eso, es importante que controlemos las redes sociales porque sino podemos acabar adictos. 

 

Consecuencias de la adicción al teléfono móvil

Esta adicción suele producir aislamiento, el comportamiento habitual es priorizar el uso del teléfono móvil sobre las relaciones sociales con pareja, amigos, familiares, en el trabajo… Y esto crea que nosotros mismos nos cerremos a conocer a gente o cancelamos planes presenciales por estar con el móvil. 

También genera esta adicción niveles altos de ansiedad cuando no tenemos el móvil entre nuestras manos, causandonos gran frustración e interfiriendo en gran medida en nuestro día a día. Nos volvemos esclavos de las notificaciones. 

De este modo, con esta ansia por el teléfono móvil es común que en nosotros aparezca una rigidez cognitiva importante, ya que desarrollamos manías relacionadas con el teléfono móvil, haciendo que no estemos a gusto con nosotros mismos. 

 

Acudir al psicólogo para superar la adicción al teléfono móvil

Sé que posiblemente pienses que es algo ‘’excesivo’’ venir al psicólogo por una adicción a algo de uso tan frecuente como el teléfono móvil, pero debo insistir en la importancia de trabajar una adicción. Ya que una adicción significa pérdida de control, problemas a medio-corto-largo plazo y muchos quebraderos de cabeza, pero para eso estamos los psicólogos. Que somos los únicos especialistas encargados de ayudarte a salir de este pozo. Igual, le estás dando vuelta al tema de que no es para tanto, pero sí un problema tiene solución mejor vamos a buscarla. Créeme, en consulta he trabajado a muchas personas con adicción al teléfono móvil y las redes sociales y estas personas cuando acaban el tratamiento siempre dicen lo mismo: ‘’Ahora soy libre’’.

Adicción al teléfono móvil y redes sociales