Introducción a las habilidades sociales esenciales
A lo largo de tu vida vas a tener que relacionarte con los demás, ya sea en la calle, en el trabajo, en la formación académica, familia, conocidos… Así que más nos vale aprender a desenvolvernos de manera efectiva por la cuenta emocional que nos trae.
Definiremos a las habilidades sociales como un conjunto de actitudes y de hábitos de conducta que nos ayudan a relacionarnos con los demás, de la manera más empática y asertiva posible. Habilidades sociales básicas puede ser: iniciar una conversación, desarrollar la escucha activa, hacer una crítica honesta, tener un lenguaje no verbal adecuado, entre otras muchas otras.
Las habilidades sociales pueden ser aprendidas, aunque también puede que haya personas que sí que tengan una tendencia natural a desarrollarlas con más facilidad.
La comunicación efectiva
Debemos ser claros y respetuosos, expresar lo que sentimos, pero también que los demás se expresen. Sé que esto puede ser altamente complicado, pero con aprendizaje y práctica puedes mejorar tu comunicación y hacer que cada vez sea más efectiva y resolutiva.
Si te agobia leer esto, tengo que decirte que nadie nace sabiendo, es decir, puede que antes no te hubieses interesado en cómo mejorar tu comunicación, pero ahora al intentar mejorar veas que esto es mucho trabajo. Tranquilo, primero el uno y luego el dos, a lo largo de toda tu vida vas a tener que comunicarte con los demás y si te cuesta, que sepas que puedes recibir la ayuda que necesitas gracias a la psicología.
La empatía como herramienta de conexión
Una persona empática parte con ventaja respecto a los demás, ya que una persona empática se interesa por los demás, no por compromiso o quedar bien, sino por interés genuino. Si queremos que nuestro entrenamiento de mejora en habilidades sociales sea efectivo, no deberemos dejar la empatía a un lado, ya que, si queremos tener relaciones de calidad, deberemos interesarnos por las otras personas, aquí no solo hablas tú.
Mejorar tu comunicación hará que tengas mejores relaciones sociales con los demás, esas relaciones serán de mejor calidad ya que no habrá malentendidos comunicativos si somos francos y claros con nosotros mismos y con ellos, por lo que tampoco perderemos tiempo dándole vueltas a posibles malentendidos.
La asertividad en las relaciones interpersonales
La asertividad es una habilidad clave para establecer límites saludables y mantener relaciones interpersonales respetuosas y equilibradas. Aunque parece sencillo, al principio no lo será, ya que, si notamos que nuestro nivel de asertividad es muy bajo, será más que recomendable comenzar a trabajar en mejorar este aspecto tan importante para la vida.
Ser asertivo es decir lo que pensamos de manera ordenada, respetuosa y queriendo cuidar la relación que tenemos con esa persona. Por eso, si queremos trabajar nuestras habilidades sociales y que nuestras relaciones sean más profundas tendremos que trabajar este apartado, ya que al igual que ocurre con la empatía, la asertividad nos ahorrará malentendidos y quebraderos de cabeza.
Escucha activa: La clave para entender a los demás
La escucha activa es poner atención a lo que comunican las demás personas, mostrándonos interesados al hacer preguntas sinceras o pidiendo aclaraciones necesarias para entender todo el mensaje. Un error común que suelen hacer muchas personas es confiarse demasiado con personas muy cercanas y apenas hacerle caso, error que puede ser grave, ya que es posible que esas personas dejen poco a poco de contarnos sus cosas y que la relación acabe resistiéndose.
Será muy complicado que contemos con relaciones de confianza a las que podamos aportar nosotros, si no desarrollarnos nuestra escucha activa. Por eso, es tan importante trabajarla para nuestra salud emocional.
Desarrollando la paciencia en las interacciones sociales
La paciencia tiene una peculiaridad y es que, muchas veces, se debe a que eso que queremos que pase no depende de nosotros y nos toca esperar. Muchas veces la paciencia, cuenta con un límite muy difuso con la falta de respeto a una persona, en situaciones como interrumpir, que nos dé una rabieta por un enfado y cortemos una conversación o círculo social.
Estamos en una sociedad como la actual, dónde todo está en un clic y dónde nunca pasamos de la página 1 de nuestra búsqueda de Google o que incluso que páginas grandes de internet tengas 1 segundo de espera, nos hace que abandonemos ese sitio.
Entiendo la prisa, pero por salud mental, veamos en qué entornos esa prisa está justificada y en qué otros entornos se tratan únicamente de una rabieta.
La importancia del respeto mutuo
Como siempre se ha dicho, para entendernos precisaremos del mismo respeto, no necesariamente de las mismas ideas. Las habilidades sociales precisarán de desarrollar el respeto, ya que sin el respeto no seremos ni empáticos, ni asertivos y estaremos en lucha contra todos, por cualquier mínimo asunto, a veces sin importancia real para la vida real.
El fallo aquí, es que al igual que pasa con el tema mencionado anteriormente de la paciencia, muchas veces pensamos únicamente en nosotros y se nos olvida que en el resto de comunicaciones también intervienen otras personas. Por eso, tratemos de tener en consideración el aspecto del respeto mutuo en nuestras relaciones.
Estrategias para mejorar tus habilidades sociales
Esto, como siempre os explico, en estas entradas en el Blog de mi página web, es una orientación, esto son unas pautas resumen, no es un tratamiento psicológico pautado, ni debe sustituir a un tratamiento llevado a cabo por un psicólogo. Pero una vez explicado esto, el mejor consejo para mejorar nuestras habilidades sociales y trabajar esos aspectos que acabo de mencionar a lo largo de toda esta entrada, es que comiences a practicar cuanto antes. Que no tengas miedo a equivocarte y que vayas viendo como te sientes a medida que te expones.
Eso sí, en algunos apartados verás que avanzas solo y sin problemas, pero en otros es posible que notas que te cuesta más, pues en estos entornos es donde tenemos que pedir cita a nuestro psicólogo para que nos ayude. Mejorarás si pones de tu parte y pides ayuda.
