¿Qué es el perdón y por qué es importante?

Estamos hablando de un tema complicado, complejo y que tiene muchas aristas como es el perdón. Donde suelen haber dos partes o más implicadas y donde hay un conflicto latente que puede llevar con la llamada encendida 1 semana o 25 años, como te habrás dado cuenta en el tema del perdón, hay casos de perdón que llevan en nuestra cabeza años revoloteando, ya que a veces hay capítulos sin concluir. 

El perdón es importante porque nos ayuda a cerrar ese capítulo que nos duele. El perdón beneficia a quien lo ofrece, pero también al que lo recibe, porque es una de las pocas maneras que hay de reparar un daño sufrido y/o causado.

 

El impacto del dolor emocional en nuestras vidas

Hay situaciones que nos pueden marcar de por vida, eventos pasados que aún parecemos vivir en el presente y que de vez en cuando rondan por nuestra cabeza. El dolor emocional de nuestros recuerdos, causado por resentimientos o heridas no resueltas puede afectar a nuestras relaciones con los demás, salud mental, y bienestar general. 

Por eso, es importante acudir a consulta con un psicólogo experto en estos temas, para que pueda ayudarnos a que nos desahoguemos, que contemos lo que nos pasó, además de liberar carga y que nos puedan guiar en el afrontamiento de esta difícil situación que nos puede impedir el crecimiento personal y la felicidad.

¿Qué significa realmente perdonar?

Perdonar es aprender a vivir con lo que pasó, sin guardarse esa carta para usarla y que nos abra el cajón del odio, el resentimiento y la venganza. 

Perdonar no significa olvidar, ya que el ser humano no puede elegir a su conveniencia borrar de su cabeza según qué cosas, seamos realistas. Perdonar tampoco es justificar el daño causado, es decir, si una persona comete un delito, por el simple hecho de que tú le perdones no significa que no tenga que pagar el peso de la justicia ante la ley, poniendo un ejemplo un poco extremo. Es decir, no por perdonar, está todo olvidado y tenemos que hacer como que nada pasó, aprenderemos a vivir con ello.

Los beneficios del perdón en la salud mental

El perdón puede tener un impacto positivo en la salud mental, ya que reduce la ansiedad, el estrés y los posibles síntomas depresivos, algo que promoverá en nosotros una mayor sensación de paz y equilibrio. Y con esto no te quiero decir que tienes que perdonar todo para estar mejor, únicamente te digo como psicólogo que beneficios tiene el perdón para la salud mental, pero cada caso es un mundo y eres libre de elegir que hacer. 

Pero seguramente que, si alguna te has enfadado con un amigo, familiar o pareja, a la hora de pediros perdón y tratar de rehacer la relación te habrás dado cuenta del alivio que esto produce junto la paz y tranquilidad que nos hará sentir.

Los pasos para dejar atrás el dolor emocional

Aceptación del dolor: Tratemos de aceptar lo que ha pasado, aunque sea doloroso y no queramos verlo, es entendible, nadie quiere sufrir por gusto y hay situaciones de la vida tremendamente complicadas. 

Reconocimiento de las emociones: Ante un dolor emocional, ante una situación que nos da mil vueltas la cabeza será habitual que tengamos cambios emocionales, ya que nuestro cerebro está acostumbrándose a la nueva realidad que tenemos, por eso saca lo que sientas, si tienes que desahogarte con el psicólogo, hazlo. Si tienes que llorar, hazlo. Si necesitas escribir en una hoja lo que sientes, hazlo. Reconozcamos las emociones para así poder trabajarlas y aprender a controlarlas.

Liberar el resentimiento y sanar:  En muchas situaciones que nos atormentan es común que haya un resentimiento inicial por la rabia de la situación, pero en terapia aprenderemos a deshacernos de esa rabia, que entendible en ocasiones, nada en absoluto nos ayuda para superar lo ocurrido.

La relación entre el perdón y la autocompasión

Muchas veces el perdón comienza por ser compasivos con nosotros mismos y permitirnos sentir las emociones antes de liberarlas. 

Si te das cuenta, si buscas información en internet en el tema del perdón casi siempre se habla del perdón de una persona hacia otra, pero rara vez se habla del perdón hacia uno mismo. Y es que es importantísimo llegar a estar en paz con uno mismo, saber cuando apretarse y cuando no, sobre todo, aprender a ser justo con uno mismo.

¿Es posible perdonar lo imperdonable?

Esta es la pregunta del millón y seguramente a la que te hayas metido a leer lo que un psicólogo escribe y mi respuesta es: depende. 

Yo como psicólogo y ‘’mediador’’ en muchos conflictos de esta índole, te digo que desde mi experiencia la persona ha de sentirse libre de hacer algo que vaya acorde con sus pensamientos. Si te perdono ‘’para que no hayan problemas’’ pero eso ha movido algo dentro de mí, es posible que vuelva a aflorar. 

Hay traiciones profundas, heridas que dejan una impronta importante e incluso situaciones que chocan frontalmente con nuestros valores y en consulta he visto como hay personas que deciden libremente no perdonar, porqué ‘’no les sale’’ y personas que después de un tiempo perdonan.

El perdón hacia uno mismo: Un paso esencial

Tener un perdón enquistado puede ser una cicatriz que nos acompañe gran parte de nuestra vida, por eso aprender a perdonarse uno mismo por errores o decisiones del pasado nos puede ayudar a liberarnos de esa cadena que nos acompaña y que de vez en cuando nos tira del cuello, en forma de recuerdo doloroso. 

Este proceso puede ser crucial para avanzar y liberarse de sentimientos de culpa y autocrítica. Si no estamos en paz con nosotros mismos, difícilmente podremos estar bien con las otras personas.

Técnicas psicológicas para fomentar el perdón

Te voy a presentar un par de técnicas, pero como siempre digo, son solo una breve guía, esto no sustituye a un tratamiento personal pautado por un psicólogo. 

Reencuadre cognitivo: Aquí expondrás tus pensamientos sin filtros acerca de este tema y con la ayuda de tu psicólogo veremos si eso que piensas es así en realidad o es fruto de haberle dado tantas vueltas a ese tema que lo has acabado dando, por cierto. Por ejemplo: pensar que esa persona al igual hizo ese mal sabiendo que te iba a doler, pensar que eso que hiciste fue tan terrible o no. Es decir, aquí sometemos a duda si ese pensamiento está acertado o no. (Lo he explicado de modo muy muy resumido).

Diálogo interno positivo: Cuando nos come la culpa, el resentimiento y el odio nuestra cabeza nos manda mensajes que nos hacen enfurecer y nos hacen sentir rabiosos, algo que nos ayuda prácticamente en nada a la hora de resolver esta situación.

Cómo el perdón puede transformar tus relaciones

El perdón puede tener un impacto positivo en las relaciones interpersonales, ya que al liberar resentimientos, podremos reconstruir la confianza que perdimos y mejorar la calidad de las relaciones con los demás. 

Sinceramente, somos seres humanos, seres que expresan y sienten emociones y es posible que, en ocasiones, haya situaciones o circunstancias con algunos seres queridos que se nos atraganten, al fin y al cabo, porque cada uno somos diferentes y podemos ver las cosas desde diferente visión. Por eso, cuando no llegamos a un acuerdo, hay un conflicto, pero decidimos poner de nuestra parte para remendar ese error y aparece el perdón, vemos que la relación mejora y que incluso ese perdón nos da una paz que nos hace sentir alivio y tranquilidad.

El perdón como una herramienta de empoderamiento personal

Si queremos crecer como personas, el perdón puede ser esa herramienta que nos permita recuperar el control sobre nuestras emociones y nuestra vida. Sobre todo, por que el perdón y los actos que le acompañan denotan interés por arreglar la situación, iniciativa por cambiar y sobre todo que le importamos a esa persona con la que queremos estar bien. 

Siempre os digo en consulta que vosotros decidís, podéis perdonar o podéis no perdonar, cada caso es un mundo y tiene cientos de aristas que analizar. Pero lo que está claro es que vivir con resentimiento, odio, rabia y tristeza pocas veces nos ayudará a tener paz mental. 

Por eso, yo seré como Morfeo en Matrix y tú serás Neo y tendrás que elegir entre la pastilla azul o la pastilla roja, al fin y al cabo, eres libre y puedes decidir.