Reconocer la dinámica de la adicción tecnológica
Cuando algo no va bien en nuestra vida solemos darnos cuenta y en este tema del móvil que tanto nos preocupa también sucede. Quizás tu hijo empieza a aislarse del núcleo familiar, ves que pierde demasiado tiempo delante de la pantalla y que incluso le cambia el humor o se pone nervioso cuando no puede acceder al teléfono móvil cuando la situación no lo permite.
Siempre que veamos que empieza a florecer un problema y que esta nueva dinámica no nos gusta, estamos en el derecho de buscar ayuda y tratar que esta situación cambie.
Estrategias para identificar la adicción al móvil
En cuanto a estrategias para identificar podemos ver ciertas señales de alerta comunes:
- Cambio en el sueño y/o alimentación, ya que el uso excesivo hace que estos hábitos básicos se modifiquen a peor.
- Cambio en rutinas, si antes hacia deporte o salía con amigos cada vez menos, debido al aislamiento.
- Consecuencias negativas en ámbito académico y/o laboral, esto se debe a que se pierde mucho tiempo con el teléfono móvil, por lo que puede que las notas o nuestro rendimiento laboral bajen, pudiendo desarrollar situaciones incómodas en cuanto a resultados.
- Cambios de humor, producidos por no tener el móvil cerca.
- Negativa a hablar acerca del tema, evita el tema, se pone a la defensiva y el diálogo acerca de este tema se vuelve altamente complicado.
- Aislamiento social, debido a que ahora la diversión la encuentra mediante la pantalla y no con el contacto social que puede que antes tuviese.
Estos son ciertos síntomas que yo veo en consulta con estos casos, pero puede que tu caso cercano cuente con algunos o no, cada caso depende, como bien te imaginarás.
Impacto de la adicción en las relaciones interpersonales
Naturalmente que estar inmerso en la adicción al teléfono móvil llevará consigo consecuencias en nuestras relaciones con los demás, ya que nos distanciaremos de ellos. También ocurrirá que nuestro hijo no querrá asistir a eventos con nosotros que antes le gustaban, por quedarse con el teléfono móvil.
Por lo que, también a nivel familiar la calidad de la comunicación descenderá, al igual que el nivel de compromiso con las otras relaciones personales, como por ejemplo dejarse actividades de tiempo libre que antes le gustaban o llegar tarde a compromisos importantes. Por eso, la adicción al teléfono móvil afecta a la vida social, ya que la condiciona en gran medida.
Fomentar la conciencia y el autocontrol
Será importante hablar con nuestro hijo de manera clara y abierta sobre cuanto tiempo pasar con las pantallas, aplicaciones que podamos usar para controlar ese uso y, sobre todo, hablar sobre como el uso del teléfono móvil puede afectar a nuestras relaciones.
En ocasiones, los padres optan por dar sermones y recriminar, pero esto causa rechazo y aversión a que nuestros hijos puedan abrirse emocionalmente con nosotros y estén dispuestos a recibir una ayuda por nuestra parte.
El ejemplo tiene que comenzar en casa, con nosotros, hemos de ser un espejo donde mirarse para que pueda asimilar esa conciencia y autocontrol que ahora le falta con el manejo del teléfono móvil.
Establecer límites y rutinas saludables
El amor pone límites y rutinas saludables, si amas a tus hijos que no te sepa mal ponerles límites. El límite significa que, aunque sea ‘’incómodo’’ nos interesamos por su futuro, para que le vaya bien. Este es el problema más común que veo en este caso, cuando me decís que no queréis sacar el tema por si se enfada o por no romper la armonía familiar, cuando en realidad estamos viendo que hay un problema, aunque a veces es habitual tardar en darnos cuenta.
Dentro del marco familiar será importante establecer actividades en conjunto que no tengan pantalla de por medio, un día fuera de casa, una excursión, juegos de mesa, una sobremesa entretenida. Fíjate que cuando salimos a cenar por ahí con amigos, no hay una pantalla de por medio y la comunicación fluye igual.
Mejorar la comunicación interpersonal
Es importante que podamos desarrollar espacios de escucha activa, donde podamos hablar sobre nosotros, nos podamos desahogar o contar como nos ha ido el día, algo tan básico pero importante y necesario para el ser humano.
Lo que les sucede a muchas personas que están adictas al teléfono móvil es que desconectan del mundo real, del mundo sin pantallas, ya que, a su modo de ver, con lo que les ofrecen las pantallas tienen todo lo que piensan que necesitan, por eso, es tan importante reconectar con el mundo de las personas. Fomentando actividades fuera de ese entorno tecnológico, conectando con la naturaleza, visitando nuevos lugares, entre otras actividades reconfortantes.
Afrontar los desafíos de la desconexión
Si tenemos la manía de mirar el móvil a cada rato o sentir que nos estamos perdiendo algo si no nos conectamos, tendremos que aprender a lidiar con estos comportamientos que hemos aprendido con el paso del tiempo.
Es importante marcarnos tiempos donde no se mire el móvil y aunque tengamos la tentación, dejemos el móvil de lado. Sé que esto cuesta una barbaridad, pero no hay otra. Adquirirás un hábito en el momento que te lo tomes en serio y aguantes, aunque cueste, esto sirve para el móvil y para cualquier otra costumbre. Si te cuesta afrontar esto, quizás es momento de pedir cita con un psicólogo experto en estos temas, para que pueda ayudarte.
Cultivar intereses y pasatiempos alternativos
El boom del móvil llegó a partir de este nuevo milenio, de este nuevo siglo. Antes vivíamos sin móvil y éramos felices, incluso me aventuro a decir que más felices que ahora. Por eso, será fundamental que desde el núcleo familiar fomentemos las actividades sin teléfono móvil, sin pantallas. La pantalla, los móviles son necesarios a día de hoy, sería estúpido negarlo, pero también es necesario desconectar de ellos más a menudo.
Aquí te expongo actividades alternativas que puedes hacer:
- Desarrollar el noble habito de la lectura.
- Ponerte las zapatillas y salir a andar.
- Aprende a valorar a las personas que tienes cerca y practica la gratitud.
- Revisar tu lista de contactos y ver que persona importante para ti ‘’tienes olvidada’’
- Ponerte al día con tus asuntos pendientes, siempre algo y con el móvil nunca nos da tiempo.
Estos son algunos de los ejemplos que te comparto, pero seguro que a ti se te ocurren otros muchos más.
Apoyo emocional y psicológico
Este tema puede desgastar mucho el núcleo familiar, discusiones, distanciamiento, preocupaciones acerca del futuro e incluso consecuencias académicas y/o laborales derivadas de esta adicción, pero lo que esta claro es que, si queremos salir de aquí y ponemos de nuestra parte, podremos alcanzar esa mejora que necesitamos.
Siempre lo digo a mis pacientes, yo les ayudaré si ellos quieren cambiar, pero tienen que querer, comprometerse y hacer caso al terapeuta, si haces esto, estaremos más cerca de ese cambio a mejor que tanto ansías.
La terapia psicológica es la mejor herramienta para abordar este asunto, un psicólogo con experiencia podrá ayudarte a liberarte de la cadena invisible que conecta tu mano con el teléfono móvil, por el momento.
Celebrar el progreso y los logros
Que importante es valorar los avances, disfrutar los pasos hacia delante que damos y ver que como cada vez nos sentimos más libres.
En consulta un fallo muy común que veo es que muchos familiares aprietan, a veces demasiado, a la persona exigiéndole resultados desde la primera sesión y es que aquí no hay milagros. Necesitaremos de constancia, disciplina y sobre todo compromiso. Por eso, si la persona va con una buena mentalidad hacia el cambio y cumple en terapia, apoyémosle.
Aprendamos a quitarnos la mala manía de dar sermones y repetir hasta la saciedad lo mismo una y mil veces. Es muy fácil avasallar cuando una persona un error, pero si te das cuenta, cuando esa persona hace algo bien no se lo decimos. Así que comencemos el cambio a partir de hoy.