Como se dice por ahí: ‘’Si tenemos dos orejas y una boca, es por algo’’ y tienen toda la razón.

El arte de escuchar es el título de esta entrada al Blog, ya que escuchar es un arte y que desarrollemos una escucha empática, en la que nos interese lo que diga la otra persona, nos puede ayudar a mejorar la relación interpersonal que tengamos con ella. Se puede aprender a escuchar mejor, a no interrumpir, a mostrar interés real por lo que nos comunican, todo esto es un proceso que mediante la terapia psicológica podemos desarrollar.

 

Principios básicos de la escucha activa

Atención plena: Cuando alguien te esté hablando es de agradecer no estar haciendo otras cosas mientras, ya sea mirar el móvil, mirar a otro lado con la mirada perdida o más cosas que puedan molestar.

Aprendamos a estar aquí y ahora, escuchando, prestando atención y mostrando interés a lo que nos comunican, créeme, cuando empieces a hacer esto, notarás como tus relaciones interpersonales mejoran de manera exponencial, ya que las personas estarán viendo que de verdad estás interesado en lo que te están comunicando

Paciencia: Quitémonos la mala costumbre de interrumpir, de no dejar acabar el turno de palabra a las otras personas. No tengamos prisa por intervenir, tratemos de no estar nerviosos en estos turnos de palabra, ya que estos comportamientos no son una buena carta de presentación hacia los demás, y hacia nosotros mismos tampoco.

Apertura: Para escuchar activamente, tienes que estar abierto al cambio. Sí, incluso escuchar cosas que no vayan acorde a tu ideología o pensamientos, ahí radica la base de aprender a escuchar de manera real y genuina a las demás personas. La base del respeto con los otros.

Desarrollando habilidades de escucha: Ejercicios prácticos

Como he dicho anteriormente, intenta no interrumpir, ni ‘’pongas caras’’ Sé que puede que no te des cuenta, pero si lo haces o te han dicho que lo haces, trata de controlar estos automatismos. A nadie nos gusta que al expresar lo que sentimos, nos sintamos juzgados con acciones así.

También, como breve recomendación, intenta mostrar interés genuino, es decir, interesarte de verdad por lo que está expresándote esa persona. Pregúntale acerca de ese tema sino sabes del tema y tienes curiosidad, por ejemplo.

Sé que esto puede parecerte difícil de primeras, pero lo bueno que tienen las habilidades de escucha es que pueden ser aprendidas.

Reconociendo y evitando barreras en la escucha

Prejuicios personales: Muchas veces nos cuesta escuchar a personas que piensan diferente a nosotros, ya sea en tema de valores, política o gustos. Y esto es una barrera importante si queremos desarrollar la escucha activa. Tratemos de controlar nuestros juicios hacia las demás personas, tratemos de no interrumpir o hacer malas caras. Ya que no podremos desarrollar la escucha activa si no sabemos controlar esa impulsividad hacia pensamientos diferentes.

Distracciones ambientales: Una discoteca o un lugar donde haya demasiada gente congregada en la calle quizás no sean los mejores sitios para tener determinadas conversaciones importantes que precisen de toda nuestra atención. Por eso, si tenemos que hablar de algún tema que precise de nuestra escucha activa hagámoslo en un ambiente tranquilo donde podamos ahorrarnos malos entendidos o repetir lo mismo varias veces, ya que esto dificultará la comunicación.

Empatía y escucha: Entendiendo las emociones de los demás

La empatía se relaciona con la escucha, es decir, cuando desarrollemos una, también podremos estar trabajando la otra. Cuánto más empático seas, más facilidad tendrás para escuchar a los demás de manera activa, al igual que cuánto más practiques la escucha activa, es posible que más desarrolles la empatía. Estos dos aspectos serán muy importantes para entender las emociones de los demás y llegar a conectar de manera genuina con las personas de nuestro alrededor.

Entender las emociones de los demás, muchas veces precisa de nuestro entrenamiento si nos hemos dado cuenta que quizás no dedicábamos el tiempo necesario a este apartado de nuestra vida. Y este apartado es muy importante para nuestras relaciones interpersonales.

La escucha en diferentes contextos: Familiar, laboral y social

Lo bueno que tiene la escucha es que la tenemos en todos los contextos de nuestra vida, ya sea familiar, laboral o social, entre otros. Cuánto más mejoremos la escucha en un ámbito, también podremos aplicarla a los demás aspectos y ver las grandes ventajas que tiene para nosotros desarrollar esta habilidad. La escucha nos servirá para conversaciones personales con nuestros seres queridos y también para entornos sociales, académicos, laborales, entre otros.

Como bien sabemos, el ser humano es un ser social, así que cuánto antes apliquemos esta escucha activa a todos nuestros ámbitos, mejores relaciones interpersonales tendremos y mejor fluirá la comunicación con las personas de nuestro alrededor.

Comunicación no verbal y su rol en la escucha empática

La comunicación no verbal es un gran porcentaje de toda la comunicación que emitimos. Por eso, será fundamental que este aspecto comunicativo también lo trabajemos. Dentro de este apartado, contamos con el lenguaje corporal, es decir, cruzarse de brazos, por ejemplo.  El contacto visual también será importante, ya que si este es un aspecto que escasea, no acabaremos de entablar una comunicación tan fluida como deseamos. Además de los gestos, como puede ser sonreír, ‘’poner caras’’ como dije anteriormente o asentir con la cabeza cuando nos dicen algo.

Como ves, estos pequeños gestos son muy importantes en la comunicación con los demás, ya que estos apartados no verbales, si te das cuenta, son dan más información de la que nos pensamos. Por eso, la comunicación no verbal también es fundamental en el rol de la escucha y la comunicación con las demás personas.

Manejo de conversaciones difíciles con empatía

En las situaciones difíciles, donde tenemos que mostrar una actitud comprensiva, no defensiva y buscando llegar a un acuerdo, en la medida de lo posible, es donde la escucha empática es fundamental.

Cuando discutimos, tendemos a no hacer caso a los demás, ponernos a la defensiva y digan lo que nos digan, ir a lo nuestro, ya que estamos enfadados. Así que, si queremos cuidar nuestras relaciones interpersonales, tendremos que trabajar este apartado, desarrollar buenas habilidades comunicativas y aprender a escuchar a los demás. Aquí, aprender a manejar el enfado será muy importante.

Fomentando un entorno de escucha en grupos y equipos

Cuando estés en grupo, es recomendable incluir a todas las personas que estén involucradas en la conversación. Suele pasar que muchas veces son una o dos personas las que monopolizan la conversación y el resto o no intervienen, ya que no les dejan o por miedo al qué dirán.

Por eso, es fundamental facilitar diálogos donde incluyamos a las demás personas, esto también es escucha. Es importante aprender a leer entre líneas, comunicativamente hablando, facilitando que las personas que estén en el grupo estén lo más cómodas posibles, ya que este entorno de escucha sano nos proporcionará más confianza con nuestras relaciones interpersonales.

Reflexiones finales y continuando el camino hacia una mejor escucha

Y esto es todo por hoy, este tema, cómo has podido ver es muy profundo, tiene muchas aristas a trabajar y es de vital importancia para un buen desarrollo de nuestras relaciones interpersonales.

Por eso, desde aquí, animarte a que si durante el transcurso de leer esta entrada de mi Blog, has visto que hay cosas que puedes mejorar, que empieces con ese proceso de crecimiento personal. A lo largo de tu vida, vas a estar relacionándote y comunicándote con los demás, por lo que, si mejoras en este ámbito, mejorarás en muchos más ámbitos, esto solo acaba de empezar.