El comienzo del viaje: Abrazando el dolor
No es que quiera que sufras o quiera hacer una entrada pesimista en el Blog de la página web, sino que quiero que desde mi experiencia como psicólogo abordemos el sufrimiento como algo que, en ocasiones en inevitable por circunstancias de la vida, pero que pase lo que pase podemos tratar de sacar fuerza para enfrentarlo y que se convierta en un aprendizaje.
Aquí no hablaremos de dolor como masoquismo o como un ‘’capricho’’, sino como algo inherente en la vida, abordaremos el dolor como un paso esencial para transformarlo en fuente de fortaleza.
Raíces del sufrimiento: Comprendiendo su origen
Para desarrollar este punto, será clave entender que el sufrimiento de cada uno estará marcado por sus circunstancias, no todos sufrimos por lo mismo, ni con la misma intensidad ante la misma reacción. De ahí radica la importancia de no comparar nuestro dolor con el de los demás. Entiendo que cuando sufrimos buscamos ver como han resuelto ese problema otras personas, por eso, entiendo que quieras ver como lo hicieron otras personas, pero debo recordarte que cada caso es totalmente diferente y que al igual lo que a esas personas les sirvió a ti no e incluso lo que a ti te pueda ayudar quizás a esas personas no le sirva.
El poder transformador del dolor en la vida cotidiana
Muchas veces nuestro cerebro nos recuerda más las cosas que nos dolieron, más que las que nos alegraron, ya que ese sufrimiento, ese dolor, nos marcó.El dolor puede estancarnos o que saquemos fuerzas de donde sea y verlo como un reto. Lo que si puedo decirte es que lo que he visto en consulta es que cuando una persona decide cambiar y venir a consulta, si se compromete y pone de su parte puede convertir ese dolor en la gasolina necesaria para superar ese reto.
Créeme, desde el otro lado de la mesa de mi consulta, he visto verdaderas remontadas increíbles.
Métodos para canalizar el dolor hacia el crecimiento
Es importante que ese dolor no nos nuble el juicio y desarrollemos odio hacia personas o situaciones, es importante tener la mente despejada y clara para tomar según que decisiones. Y para eso, muchas veces necesitaremos un mentor, un psicólogo que nos vaya avisando si vamos por un buen camino o no, desde su experiencia en casos así.
Entiendo que desahogarnos con un amigo, hacer deporte, escribir, ‘’airearnos’’ puede ayudar, pero si tenemos un problema encima lo mejor será abordarlo de la mejor manera, sin perder tiempo, ni desgastar nuestras energías en cosas que no toquen. Por eso, desde mi experiencia en consulta, la mejor recomendación que puedo darte para ese dolor es que busques ayuda en un psicólogo que te inspire confianza.
Desarrollando resiliencia a través del sufrimiento
Es importantísimo desarrollar resistencia y adaptarse a las dificultades que nos vengan. Ya que durante toda nuestra vida vamos a enfrentarnos a retos y situaciones que no nos gusten nada. Por eso, es importante enfrentarse a estas adversidades, ya que esto hará que ganemos seguridad en entornos complicados y que nos acostumbremos a pasarlo mal.
Muchas veces me preguntáis en consulta sobre qué podéis hacer para crecer personalmente y ser más fuerte y siempre os digo que tenéis que enfrentaros a vuestros miedos. Entiendo que esto os haga tragar saliva, pero no tenéis porqué hacerlo solos vosotros, nos tenéis a los psicólogos para ayudaros a ganar la fuerza que necesitáis cuando no sepáis que hacer.
El apoyo y la solidaridad en tiempos de dolor
Aunque muchas batallas las librarás tú solo, es importante tener un buen círculo cercano en el que confiar y que nos sirvan de ayuda. Ya que muchas veces cuando estamos solos perdemos el enfoque, ya que los humanos somos seres sociales y a veces nos viene bien que desde fuera nos aconsejen. Ya se sabe, uno no puede ser objetivo con uno mismo.
La empatía y compartir experiencias vitales con los demás pueden ayudarnos a sobrellevar mejor este golpe doloroso que nos da la vida. Aunque pienses que molestas o que a nadie le importas, seguro que hay alguien cerca de ti que quiere verte bien y ayudarte.
Encuentra propósito en el dolor, emergiendo más fuerte
Como bien acabas de leer, el dolor no se puede elegir, ni evitar. Por eso debemos hacernos fuertes en los malos momentos y asumir este revés que nos da la vida, como un reto, que, aunque ahora duela, nos haga crecer a largo plazo.
Por eso, lo más adecuado es vivir sabiendo que alguna vez vendrá una nube negra. Cuando no esté la nube negra sobre nosotros, valoremos estar bien y no perdamos el tiempo, y cuando esta nube negra se pose sobre nosotros, intentaremos mantener el tipo y seguiremos luchando. Esta es la dinámica de la vida, cuanto antes la integremos en nosotros mismos, menos tiempo perderemos y más efectivos seremos en los malos momentos.