Lamentablemente, no se nos ha educado a realizar y recibir halagos sinceros y por eso solemos cometer errores al hacerlos. Pero podemos aprender gracias a la ayuda de un psicólogo.
Cuando recibimos un halago solemos hacer una cosa que está bastante fea que es desmerecer y hacer de menos los halagos que nos hagan personas que nos quieren. Cuando dices frases del tipo ‘’Ya será menos’’, ‘’Va, no mientas’’, ‘’Bueno… si tú lo dices…’’ de manera indirecta estamos faltando al respeto a esa persona, ya que en un mundo donde no abundan los buenos actos y halagos sinceros les estamos haciendo un desplante.
Halagar: una forma de cambiar el rumbo del día
Estamos mal acostumbrados, ya que socialmente parece que hacer un halago sincero sea una falta de respeto o que este se interprete como que queremos ligar de manera invasiva. Y en realidad, cuando una persona nos realiza un halago sincero su intencionalidad es otra, entiendo que lamentablemente hay personas cuya intención es ligar de manera poco honesta, pero de esto no va el tema del que hablaremos hoy.
Se interpreta como que decir algo positivo de los demás es algo que suena raro y cuando lo escuchamos de alguien lo vemos como algo extraño, tan acostumbrados a escuchar únicamente reproches y críticas. Halagar a un ser querido o persona que se ha portado bien con nosotros es bueno, ya que fortalece el vínculo y psicológicamente reconforta, por eso es bueno quitarse de la cabeza la idea de que halagar es hacer la pelota.
Consejos para halagar de forma acertada
Halagar no es soltar ‘’algo bueno’’ sobre el físico buscando sexualizar para ligar. Halagar es poner en valor un atributo de esa persona, puede que sea físico o mental. No todos los halagos tienen que ir por partes del cuerpo o cara que nos gusten, halagar también es decir que una persona tiene una personalidad atractiva, que estamos a gusto con ella, apreciar un acto bondadoso que ha hecho o simplemente agradecer su forma de ser.
Como dije anteriormente, halagar no es ligar, ni para ligar tenemos que buscar el halago ni la aprobación. El halago siempre debe realizarse desde el respeto, desde la honestidad y sobre todo sin buscar retorno a la hora de recibir nosotros otro halago.
Hacer halagos específicos
Ejemplos de halagos:
En el trabajo: Me ha encantado como has realizado esa tarea, el trabajo ha salido gracias a ti, te has esforzado mucho, me has demostrado que puedo confiar en ti, cuando trabajas así me siento muy cómodo
Con personas cercanas (amigos, familia, pareja): Cuando me tratas de esa manera me siento bien, gracias por entenderme y validarme emocionalmente, aprecio cuando haces eso (cuando hace algo que apreciemos), gracias por hacerme sentir especial, gracias por estar ahí
Con dependientes de lugares que vistamos: Gracias por su atención y por su tiempo, gracias por solventarme las dudas que tenía, has sido muy amable, me ha ayudado mucho, ha hecho un gran trabajo.
Espera la ocasión indicada
Muchas veces nos esperamos a halagar cuando esa persona está enfadada y cuando estamos enfadados nos da igual lo que nos digan porque no estamos receptivos a nueva información, así funciona el cerebro humano.
Si quieres que el halago sea valorado y bien recibido hazlo en ambientes relajados, no te esperes a que esa persona se enfade contigo para decírselo, buscando que así se calmen las aguas. El halago debe hacerse cuando surge y muchas veces surge en ocasiones y escenarios casuales.
Haz halagos originales
Los halagos deben ser personalizados, ya que en ocasiones siempre repetimos lo mismo y le decimos las mismas palabras a muchas personas. Por eso, cuando quieras halagar a alguien de manera genuina piensa en algo que puede que no le digan con frecuencia pero que sea real.
Y, sobre todo, tranquilo, no te esfuerces por hacer un halago, el halago debe salir solo, de manera natural y sin buscar protagonismo. Los halagos deben hacerse de manera desinteresada, porque sino no es un halago.
Elogia o halaga a la gente también cuando no está delante
‘’Se critica en privado, se alaba en público’’. ‘’A las personas las conocen por como hablan de ti cuando no estás delante’’.
Tendemos a hacerlo totalmente al revés. Es decir, a la cara sacamos los colores a la victima de turno y luego, a escondidas, y con poca gente elogiamos lo que hace bien. Cuando psicológicamente se ha demostrado que es al revés. ¿Quieres tener un equipo motivado? Halaga lo que hagan bien y corrige, en privado, sus carencias actuales.