¿Cuántas veces hemos priorizado a los demás por encima de nosotros? ¿Cuántas veces hemos sido excesivamente duros con nosotros mismos? ¿Cuántas veces nos ha costado llegar a indagar en nosotros?
Muchas veces pensamos que si estamos bien con los demás estaremos automáticamente bien con nosotros mismos pero lo cierto es que no suele funcionar así. Si no estás bien contigo será complicado llegar a entender y recibir con la profundidad necesaria las emociones de los demás.
Por eso, aunque la empatía se centre en mayor parte en estar al lado de los demás, la parte más sólida de la empatía es comprenderse y autocuidarse a uno mismo.
La empatía ¿qué es?
El ser humano es un ser social, desde que nacemos hasta que morimos estamos en contacto con las demás personas y por eso es importante saber ponerse en el lugar de las demás personas para conseguir crear vínculos más fuertes y duraderos.
Por eso, la empatía es estar al lado de los sentimientos y emociones de otra persona, entendiéndolos y dándole cabida, aunque no lo haya vivido en sus carnes o no los comparta.
Aunque parezca complicado y difícil llegar a ser empático, la empatía es algo que se aprende. Si bien es cierto que hay personas que tienen más facilidad para conectar emocionalmente con los demás, toda persona si lo desea y pone de su parte puede aprender a desarrollar esta habilidad tan importante como es la empatía. Así que si te interesa poder manejarte con soltura en este tema que sepas que hay salidas y hay soluciones para ello.
Rasgos que componen la empatía
La empatía debe tener un límite, ya que si fuésemos demasiado empáticos todo nos afectaría y no podríamos ayudar a la otra persona porque estaríamos igual de afectados que esa persona. Un ejemplo sería el psicólogo que te atiende, que, aunque te entiende, te valida y te ayuda, desde su autocuidado y profesionalidad también pone un control para no desbordarse. Si un paciente ve al día 7 pacientes y no ‘’desconecta’’ después de sesión ese psicólogo no podría continuar desarrollando su trabajo con eficacia ya que todo le afectaría.
Si tenemos dos orejas y una boca es por algo, por eso es importante desarrollar la capacidad de escucha ya que cuando oír es una acción involuntaria y fisiológica en cambio escuchar precisa de prestar atención y es un acto voluntario.
Otra frase muy relevante es que nuestra libertad acaba donde empieza la de los demás, de ahí que la diversidad y la tolerancia sean muy importante, ya que para entendernos no precisaremos de las mismas ideas sino del mismo respeto. Este rasgo es muy importante en la empatía ya que será profundamente delicado ponernos en la piel de los demás sino entendemos que hay puntos de vista más allá del nuestro.
La empatía con uno mismo
Al igual que estamos hablando de la empatía como un respeto, aceptación y entendimiento hacia las demás personas también es necesario saber de la importancia de tener empatía con uno mismo.
Erróneamente, muchas veces ponemos la atención en los demás y no en nosotros, en lo que sentimos y esto es un gran error. Ya que si mi jarra está vacía de agua no podré dar a los demás. Así que hay que empezar por amarse y respetarse a uno mismo siempre para poder proveer a los demás un entendimiento emocional de calidad. No eres egoísta por pensar en ti mismo.
Observar lo que ocurre cuando soy empático conmigo mismo
- Cuando eres empático te centras en lo importante.
- Cuando eres empático creas relaciones más fuertes y estrechas con los demás.
- Cuando eres empático te quitas la manía de juzgar.
- Cuando eres empático tienes un conocimiento más profundo de las emociones.
- Cuando eres empático adquieres control sobre tus emociones.
- Cuando eres empático consigues centrarte en lo importante y no te quedas en la superficie.
- Cuando eres empático entiendes y validas las emociones de los demás.
- Cuando eres empático ayudas a los demás, pero también te proteges a ti mismo.
- Cuando eres empático estás creciendo como persona.
¿Cómo se trabaja la empatía con uno mismo desde la psicología?
Es importante mirar el contenido y la forma de cómo nos hablamos, esto guarda gran relación con el autoconcepto y la autoestima también ya que según como nos hablemos a nosotros mismos de esa manera nos percibiremos en relación a nosotros mismos y a los demás. Por eso, será fundamental hablarnos de una manera justa, sin juicios de valor duros y siendo comprensivos con cada situación.
Por otro lado, para ser empáticos tanto con nosotros como el resto de personas será necesario tener un buen equilibrio emocional. Sé de un conocido anuncio que nos dice que ‘’tus emociones te hacen fuerte’’ pero esto no es así del todo, tus emociones te hacen fuerte si las sabes controlar, sino aquí tu eres la mascota y las emociones quienes llevan tu correa fuera de tu control. Por eso, es imprescindible tener un buen control emocional ya que sin los subidones y bajones que podamos tener nos pueden traicionar.
Para ser empáticos necesitaremos no estar contaminados por emociones extremas, tanto negativas como positivas, ya que la empatía nace del no juzgar, comprender y entender. Y estas actividades precisarán de un control emocional que sino tenemos a día de hoy podremos adquirir con la ayuda de nuestro psicólogo de confianza.